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    El plan de Trump para despojar a los trabajadores federales de sus protecciones da un paso más.

    Trump's Plan To Strip Federal Workers Of Protections Goes 1 Step Further

    Nueva categoría de trabajadores federales en riesgo

    Un memorando del principal funcionario de recursos humanos de la administración Trump, emitido el lunes, expone descripciones amplias de los trabajadores que podrían ser despojados de las protecciones del servicio civil este año. El memorando se refiere a una nueva categoría de trabajadores federales que podrían ser eliminados del denominado “servicio competitivo” y exentos de protecciones contra “acciones adversas” como despidos o suspensiones. Estos empleados serían elegibles para ser transferidos al “Programa de Políticas/Carrera”, anteriormente conocido como “Schedule F”. Según una orden ejecutiva emitida por el presidente Donald Trump en 2020, y reeditada con algunos cambios tras asumir el cargo la semana pasada, este nuevo “programa” de trabajadores incluirá personas en “puestos influyentes en políticas”, definidos como “posiciones de carácter confidencial, que determinan políticas, crean políticas o abogan por políticas”.

    Impacto en los empleados y el servicio civil

    De acuerdo con un memorando de orientación interino enviado el lunes por Charles Ezell, director interino de la Oficina de Gestión de Personal, la administración Trump piensa que esta descripción podría aplicarse a muchos trabajadores del gobierno. En una lista con viñetas, Ezell escribió que las agencias deberían considerar “reprogramar” posiciones que estén involucradas, entre otras cosas, en “dirigir el trabajo de una unidad organizativa”, “ser responsables del éxito de uno o más programas o proyectos específicos”, “participación sustantiva y autoridad discrecional en la asignación de subvenciones” e “abogar públicamente por las políticas de la agencia o la administración, incluso ante los medios de comunicación o en redes sociales”.

    Aproximadamente unos pocos miles de empleados gubernamentales —apuntados políticamente— suelen dejar sus puestos cuando asume una nueva administración. Son superados en número por aquellos en el servicio competitivo, quienes son contratados por mérito y tienen fuertes protecciones laborales. Las amplias descripciones en el memorando de Ezell podrían hacer que decenas de miles de empleados de carrera, no políticos, como gerentes de proyectos, analistas y empleados administrativos, sean elegibles para perder esas protecciones, dejando su futuro en manos de sus superiores políticamente nombrados.

    Repercusiones de la nueva orden ejecutiva

    La nueva orden ejecutiva de Trump va más allá de la emitida en 2020 al afirmar que los trabajos elegibles para ser reprogramados incluyen aquellos que involucren “deberes que el Director indique que son apropiados para la inclusión en el Programa de Políticas/Carrera.” Esta línea, mencionada por Ezell en su memorando, amplía la autoridad de la administración Trump para reclasificar trabajadores.

    Tanto la orden ejecutiva como el memorando contienen lenguaje que afirma que las protecciones del servicio civil no se eliminarán en función de las creencias políticas individuales de los trabajadores. Sin embargo, el memorando señala que los empleados federales están obligados a “implementar fielmente las políticas de la administración a lo mejor de su capacidad” y la nueva orden ejecutiva exige que realicen su trabajo de forma coherente con “la atribución de autoridad ejecutiva únicamente al presidente.”

    Reacciones y acciones legales

    La Unión Nacional de Empleados del Tesoro ya ha demandado por la orden de Políticas/Carrera de Trump, argumentando que el presidente excedió su autoridad al crear una categoría tan amplia de trabajadores federales y que el lenguaje estatutario sobre “confidencial, determinante de políticas, creador de políticas o defensor de políticas” estaba destinado a referirse solo a nombramientos políticos no profesionales, que cambian con cada presidente, y no a empleados de carrera del servicio civil.

    La nueva orden ejecutiva otorga a la OPM hasta el 19 de febrero para presentar posiciones adicionales que podrían ser reprogramadas. Bajo la orden ejecutiva, los jefes de agencia tienen 90 días para hacer una lista preliminar de posiciones a reprogramar y 120 días adicionales para finalizar la lista.

    Fuente y créditos: www.huffpost.com

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