Kendrick Lamar en el Super Bowl LIX
Desde que fue coronado como el nuevo Rey del rap de la Costa Oeste hace más de una década, Kendrick Lamar ha cumplido con sus propias expectativas. Ya sea ganando premios en nombre del hip-hop, utilizando su protagonismo para hacer declaraciones políticas incisivas o generando el enfrentamiento de rap más feroz desde Tupac y Biggie (y saliendo victorioso), la superestrella de Compton tiene un don para ser el momento y definir el siguiente.
El enfrentamiento con Drake
Lamar lo hizo en 2024, cuando tuvo un altercado con su adversario Drake. Culminó la batalla más sensacional del siglo con una devastadora pista de ataque, “Not Like Us”, que ganó un récord de cinco premios Grammy el pasado fin de semana, y restauró el espíritu competitivo del rap. El posterior impacto en la cultura —que incluyó el video musical de la victoria del titán del rap y la actuación debut de su controvertida canción en el concierto “The Pop Out” el Día de la Libertad— allanó el camino para que Lamar se presentara en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LIX en Nueva Orleans el domingo por la noche, sumando otro hito a su cuenta.
Un espectáculo sin precedentes
El anuncio de que Lamar sería el entretenimiento del medio tiempo del Super Bowl 2025, siendo el primero en actuar solo como artista hip-hop, generó gran expectación. Ser el primero implica la presión de hacer historia y que sea memorable. En los meses previos a la actuación de Lamar, muchos se preguntaron cómo un solo rapero podría avanzar en el género y entretener a las masas al mismo tiempo en el escenario más grande del mundo.
Una actuación con un mensaje profundo
Lamar respondió a esta pregunta con un set de Super Bowl descrito como “El Gran Juego Americano”, que se llevó a cabo durante el gran regreso entre los Philadelphia Eagles y los Kansas City Chiefs, introducido por el propio tío Sam (interpretado por Samuel L. Jackson). Desde el momento en que Jackson presentó la tan esperada actuación, los espectadores supieron que algo sin precedentes iba a ocurrir en el campo, y así fue.
Durante más de 13 minutos, Lamar rompió con la tradición de interpretar sus grandes éxitos y optó por contar historias a través de su último álbum, “GNX”, además de algunos éxitos de su disco “Damn”. “GNX” fue lanzado de sorpresa unos meses antes de que Lamar se presentara en el centro del campo, por lo que su decisión de interpretar cinco de sus 12 títulos causó asombro entre los espectadores. Sin embargo, esto tuvo sentido según las declaraciones más recientes de Lamar, quien expresó: “Es muy difícil para mí vivir en el pasado”. En su actuación, capturó una instantánea de la América actual en crisis.
Lamar utilizó una fuerte iconografía americana durante su espectáculo del medio tiempo del Super Bowl LIX para reflejar los tiempos actuales. La subversión de los símbolos prueba que temas más pesados estaban en la mente de Lamar, sintiéndose más urgentes que la celebración de sus éxitos pasados. El espectáculo mostró una realidad caótica estadounidense y, a pesar de la presión de la NFL, Lamar hizo su declaración artística.
Su actuación finalizó haciendo eco de la famosa frase de Gil Scott-Heron, diciendo: “La revolución va a ser televisada”. Lamar logró con su actuación aprovechar el escenario global para transmitir su mensaje. En definitiva, su visión del sueño americano es compleja, pero ha demostrado que siempre busca representar y dar voz a su realidad y la de su comunidad.
Fuente y créditos: www.huffpost.com
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