El ex presidente Donald Trump y su recién seleccionado compañero de fórmula, el senador JD Vance de Ohio, acapararon toda la atención el lunes en la noche de apertura de la Convención Nacional Republicana en Milwaukee. Pero el tema oficial de la noche fue la economía ― algo que los republicanos esperan sea un enfoque de la campaña.
Las horas estelares incluyeron un video y algunos discursos destacando los efectos reales de los altos precios al consumidor. Entre los oradores se encontraba Sara Workman, quien se identificó como madre soltera en Arizona trabajando en dos empleos para mantener a su familia. “Sé que los estadounidenses pueden identificarse cuando digo que cada vez que lleno el tanque de gasolina, voy al supermercado e intento pagar las facturas, pienso, ‘¿Quién no extraña los días de Trump?'” dijo.
Puedes ver por qué ella y otros se sienten así. Durante los primeros dos años de la presidencia de Joe Biden, los precios aumentaron a tasas no vistas en décadas, con una inflación interanual que finalmente alcanzó casi el 10% a mediados de 2022. Si no lo notaste en el supermercado, tal vez lo hayas visto en la gasolinera, cuando los precios de la gasolina a nivel nacional alcanzaron casi los $5 por galón.
Desde entonces, la inflación ha vuelto a bajar. La mayoría de los analistas creen que las fuerzas impulsoras detrás de los aumentos de precios fueron factores globales como problemas en la cadena de suministro durante la pandemia ― problemas que, bajo Biden, Estados Unidos manejó mejor que la mayoría de los países pares. El desempleo alcanzó niveles históricamente bajos el año pasado, y ahora parece que salarios (medidos antes de la pandemia) han aumentado incluso más rápido que los precios.
Las encuestas respaldan esto: La mayoría de los estadounidenses piensan que su situación financiera personal es buena. Aun así, su perspectiva económica sigue siendo sombría. Podría ser que los altos costos de endeudamiento tengan efectos secundarios en la vivienda, o que los precios más altos tengan un efecto psicológico notoriamente grande. Podría ser que la cobertura mediática y las inclinaciones partidistas refuerzan percepciones negativas. Podrían ser todos esos factores.
Sea cual sea la explicación, ha sido un tema ganador para Trump.
Pero si prestaste atención el viernes, es posible que hayas notado algo que faltaba en los discursos de la convención: detalles sobre qué políticas planean implementar Trump y los Republicanos en respuesta. Y aunque ese tipo de silencio se ajusta a un candidato que prefiere que sus asesores mantengan las sesiones informativas de política breves a una página única, esconde una agenda de aranceles y recortes de impuestos que está generando alarmas entre un coro diverso y ruid
Fuente y créditos: www.huffpost.com
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