Impacto del Huracán Milton en Florida
Después de que Milton tocó tierra como un huracán de categoría 3 en el oeste de Florida la semana pasada, algunos residentes que evacuaron el área están regresando para descubrir daños por agua en sus hogares. Y pronto pueden encontrar algo más: moho. El moho puede comenzar a crecer tan pronto como 24 a 48 horas después de la exposición a la humedad. Además, el clima subtropical de Florida, que se mantiene cálido y húmedo en octubre, lo convierte en un terreno fértil ideal. Peor aún, el moho seguirá creciendo hasta que se elimine la fuente de humedad.
El moho y el cambio climático
A medida que el cambio climático trae lluvias más intensas y tormentas más poderosas, es probable que el moho se convierta en un problema más común. Las temperaturas más cálidas añaden humedad a la atmósfera, lo que puede provocar eventos de precipitación más intensos. “El moho está absolutamente asociado con el cambio climático”, dice Mary Johnson, una científica investigadora principal de salud ambiental en la Universidad de Harvard. “Esos patrones climáticos extremos, incluidos los huracanes, pueden permitir que el agua ingrese a un hogar o a cualquier tipo de espacio cerrado. Cuando está húmedo, la probabilidad de que el moho crezca en interiores aumenta.”
Documentación de crecimiento de moho tras tormentas severas
El crecimiento de moho ya ha sido documentado tras tormentas mayores que causaron inundaciones y daños por agua en vecindarios residenciales. Unos meses después de que el huracán Katrina golpeara Nueva Orleans en 2005, investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. inspeccionaron 112 hogares afectados por inundaciones y encontraron que casi la mitad tenía crecimiento visible de moho. La investigación de Johnson ha relacionado temperaturas más altas y una mayor precipitación con más esporas de moho en el aire exterior.
Riesgos para la salud asociados al moho
El moho, un tipo de hongo, es una parte natural del medio ambiente y ha estado en la Tierra durante millones de años. Fuera de casa, desempeña un papel importante al descomponer material orgánico, como árboles y hojas muertas. Pero en interiores, el moho puede ser un riesgo para la salud, especialmente para los niños, personas con alergias y asma, y aquellos con sistemas inmunológicos debilitados. Las esporas de moho—células reproductivas que actúan como semillas—viajan a través del aire tanto en exteriores como en interiores. Cuando las personas inhalan estas esporas, pueden causar síntomas respiratorios, ojos irritados, infecciones o erupciones en la piel. Inhalarlas también puede desencadenar ataques de asma que pueden ser graves. Sin embargo, no todos son afectados por la exposición al moho. “Nuestros cuerpos, en su mayoría, manejan el moho”, dice Ronald Saff, un médico de medicina interna, alergólogo e inmunólogo en Tallahassee, Florida. “Las personas están expuestas a los mohos a concentraciones bastante altas si dan un paseo en el parque o en áreas boscosas.”
Fuente y créditos: www.wired.com
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