Consejos para Comprar Muebles Cómodos
Comprar muebles por cuenta propia puede ser estresante. Aparte del costo—si estás amueblando una casa de dos habitaciones, eso podría costar cerca de $25,000 dependiendo de tus elecciones—está el estrés de elegir piezas que se ajusten a tu estilo, medir para asegurarte de que encajen en las habitaciones y determinar si los muebles durarán lo suficiente para justificar la inversión. Y luego está lo que podría ser el factor más importante: la comodidad. Probar un mueble durante unos minutos en la tienda realmente no te dice si te va a gustar sentarte en él durante años, y nada es más irritante que un sofá o una silla del comedor que te hace infeliz, porque esa infelicidad se traslada a todo lo que haces mientras usas ese mueble. Aunque hay formas de mejorar el nivel de comodidad de un sofá, lo ideal es no tener que modificar una pieza nueva. La clave es usar tu tiempo en la tienda sabiamente. Aquí hay cinco maneras de saber si ese mueble será cómodo a largo plazo.
Piezas Pesadas son Generalmente Más Resistentes
Aprovecha la oportunidad de interactuar físicamente con un sofá o silla al levantar los cojines y sentir su peso. En general, cuanto más pesado y sustancial se sienta un cojín, más cómodo será sentarse en él. Los cojines más gruesos y pesados tienen más material para comprimir, lo que distribuye tu peso de manera más uniforme, reduciendo la posibilidad de puntos de presión que pueden volverse molestos rápidamente.
Atención a la Firmeza de los Cojines
Los cojines pueden ser más suaves o más firmes, y la mejor elección es bastante personal. A algunas personas les gusta un cojín firme, mientras que a otras les gusta hundirse en uno más suave. Si sufres de dolor lumbar, un asiento más firme puede ser beneficioso, pero si compras un sofá para noches de películas acogedoras, quizás desees un cojín más suave. La clave es conocer tus necesidades y cómo usarás la pieza, luego buscar un cojín con el factor de suavidad adecuado.
Revisa los Resortes
Si el mueble que estás considerando es tapizado y utiliza resortes, investiga el tipo de resortes usados. La elección más cómoda generalmente será resortes de bobina atados a mano de ocho vías, que están manualmente conectados al marco del mueble y organizados densamente para un soporte máximo. Sin embargo, como son laboriosos de fabricar, los muebles que utilizan estos resortes son generalmente la opción más costosa. Si eso está fuera de tu presupuesto, opta por resortes sin sag (realmente los más comunes que encontrarás en muebles), que utilizan menos material pero ofrecen un soporte decente para un uso cómodo.
Evalúa la Profundidad y Altura del Asiento
Un aspecto clave de la comodidad, y uno que es difícil de apreciar en unos minutos de prueba en una tienda, es la altura y profundidad de varios componentes, especialmente en sofás y sillones.
La profundidad del asiento (la distancia desde el borde frontal hasta el cojín trasero) es importante. La mayoría de los sofás y sillones tienen una profundidad de asiento entre 20 y 25 pulgadas, pero las piezas de asiento profundo pueden tener profundidades de hasta 35 pulgadas. Generalmente, cuanto más alto seas, más profundidad de asiento necesitarás. Otra consideración aquí es si te imaginas durmiendo en el sofá. Para una persona soltera, una profundidad de asiento estándar probablemente funcione (aunque más profundidad será mejor para dormir—considera que una cama individual mide aproximadamente 38 pulgadas de ancho). Si vas a dormir en el sofá tan a menudo como sentarte en él, los asientos más profundos serán más cómodos en general.
La altura del asiento (la distancia del suelo a la parte superior del cojín) suele ser de alrededor de 17 o 18 pulgadas, pero si el sofá es muy profundo, una altura de asiento baja puede hacer que sea más difícil levantarse sin sentir que estás escalando fuera de un agujero blando. Por otro lado, si eres alto, es posible que desees unos centímetros adicionales de altura del asiento. La altura de respaldo (la distancia desde el suelo hasta la parte superior del respaldo) también es vital. La mayoría de los sofás tendrán un respaldo de entre 26 y 36 pulgadas. Comprar un sofá porque es elegante y moderno a menudo implica un respaldo más bajo, pero si tu objetivo es la comodidad, también necesitarás considerar cómo te gusta sentarte. Si prefieres drapear tus brazos sobre el respaldo del sofá, elige un respaldo más bajo. Si deseas más apoyo para la espalda, elige uno más alto; y cuanto más alto seas, más pulgadas querrás. En la tienda, intenta probar cuánto esfuerzo te lleva levantarte. Si es un desafío en la tienda, no se volverá más fácil en casa.
Pruébalo
Una cosa que la mayoría de las personas hace al comprar muebles es tocar las cosas, así que es obvio que debes asegurarte de que cualquier tela que cubra tus muebles sea agradable al tacto. Pero la clave es pasar un tiempo real con ello, porque lo estarás tocando mucho cuando lo lleves a casa. Si la tela te da una reacción de “piel de gallina” al tocarla, o si se siente áspera contra tu piel, o si muestras algún signo de reacción alérgica, pregúntate si puedes vivir con esa sensación todos los días en el futuro previsible.
Fuente y créditos: lifehacker.com
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