La influencia del giro a la derecha en el fútbol alemán
El giro a la derecha en Alemania ha dejado su huella en el fútbol nacional, provocando diversas reacciones. Durante el último año, muchos clubes de fútbol alemanes y grupos de aficionados han organizado manifestaciones contra la extrema derecha, tanto en los estadios durante los partidos como en las calles. Equipos destacados de las dos principales ligas de Alemania, como Werder Bremen, VfL Bochum, FSV Mainz 05, 1. FC Köln y Hannover 96, han instado a sus seguidores a oponerse al extremismo de derecha.
El éxito sostenido del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) ha agudizado la atención de cara a las elecciones federales del 23 de febrero. En un reciente partido en casa del St. Pauli, un club de Hamburgo con una fuerte tradición antifascista, los aficionados expresaron sus sentimientos con cánticos: “¡Todo Hamburgo odia a la AfD!” También conmemoraron el Día Internacional de Recuerdo del Holocausto el 27 de enero al sostener una pancarta que decía: “Quienes luchan contra los nazis no pueden confiar en el estado”.
El aumento del racismo y la política en los estadios
Sin embargo, esta manifestación de sentimiento político no es universal. Algunos aficionados de fútbol comprometidos han notado que la tendencia general entre los aficionados en los últimos años ha sido alejarse de las manifestaciones políticas abiertas. Rico Noack, presidente de Gesellschaftsspiele, una organización de aficionados que promueve una sociedad inclusiva, comentó: “Me gustaría que tuvieran más valor”. Demostró que muchas veces observa que “los grupos de aficionados negocian entre sí, deciden que algo es ‘demasiado político’ y terminan acordando el mínimo consenso posible”.
Este fenómeno es paradójico, ya que las guerras culturales en Alemania a menudo han estado centradas en el fútbol, el deporte más popular del país y una presencia importante en la sociedad alemana. Por ejemplo, la Copa Mundial de la FIFA 2022 en Catar se tornó política cuando el equipo nacional alemán anunció su intención de jugar con brazaletes “One Love” para protestar contra las leyes del país anfitrión sobre personas LGBTQ+.
Racismo y división entre grupos de aficionados
Noack también ha notado que, tras la crisis de refugiados de 2015, han aumentado los incidentes racistas en los estadios contra jugadores de fútbol de origen africano. Algunos aficionados sienten que su identidad política se vuelve menos relevante durante los partidos, donde la lealtad al club prevalece.
Susanne Franke, miembro de la junta de la Iniciativa de Aficionados de Schalke, una organización antirracista, expresó su preocupación por un posible retroceso hacia un ambiente más hostil. Franke afirmó que el trabajo de su grupo se ha vuelto más urgente tras decisiones políticas que vinculan al AfD con el parlamento alemán. “Para mí, se siente como la última batalla por la democracia en Alemania”, dijo.
Franke añadió que el fútbol tiene una gran visibilidad en la sociedad alemana, lo que ofrece una oportunidad para que los aficionados se pronuncien de manera honesta y firme contra la extremidad de derecha.
Fuente y créditos: www.dw.com
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