La Pregunta que Sacudió a Harvard
Fue una pregunta escuchada en todo el mundo: “¿Es violar las reglas de acoso y hostigamiento de la Universidad de Harvard llamar a un genocidio de judíos?” La congresista Elise Stefanik formuló esta pregunta en una audiencia del Comité de Educación y Fuerza Laboral sobre el antisemitismo, y no era un interrogante retórico. En un momento notable, los presidentes de las universidades de MIT, Penn y Harvard testificaron que las llamadas al genocidio de estudiantes judíos podrían ser aceptables “dependiendo del contexto”.
Intolerancia y Antisemitismo en los Campus Universitarios
La pregunta de Stefanik no era hipotética. El acoso y hostigamiento a estudiantes judíos en campus estadounidenses se ha intensificado, mientras los administradores muestran preferencia por quienes gritan “Muerte a América” y piden el genocidio del pueblo judío y del estado de Israel. Desde la invasión de Hamas a Israel el 7 de octubre de 2023, ha habido una explosión de antisemitismo en los campus universitarios “de élite” en Estados Unidos. En Harvard, un estudiante judío fue escupido, un estudiante israelí fue expulsado de clase porque su nacionalidad incomodaba a sus compañeros, y otro israelí fue agredido en la escuela de negocios. Yo mismo fui acosado por un empleado con un machete y se me desafió a debatir sobre la implicación judía en los ataques terroristas del 11 de septiembre. Mientras tanto, los carteles con rehenes eran destruidos casi a diario, y los profesores publicaban caricaturas antisemitas sin enfrentar acciones disciplinarias.
El Papel de Elise Stefanik
Los estudiantes judíos tenían que soportar un ambiente de inseguridad en el lugar que habían escogido como hogar educativo. En el campus, estudiantes de Harvard establecieron campamentos de manera ilegal, reemplazaron la bandera estadounidense con la de Palestina, y gritaron sobre globalizar la intifada mientras seguían a los judíos en su camino a clase. Harvard no reconoció públicamente estos incidentes ni disciplinó a los perpetradores. Sin embargo, durante el último año, la congresista Elise Stefanik se ha erguido como una voz de claridad moral, manteniendo su puerta abierta para la comunidad judía estadounidense y promoviendo legislación que aborda las inquietudes de los estudiantes judíos en los campus universitarios.
Stefanik como Embajadora ante la ONU
La decisión del presidente Trump de nominar a Stefanik como embajadora ante las Naciones Unidas es muy positiva. Al igual que Harvard, la ONU se ha convertido en un bastión de propaganda antisemita y anti-Israel. Bajo la guía vergonzosa de la administración Biden, la ONU ha aprobado más resoluciones condenando a Israel que a Rusia, Corea del Norte, Irán y China juntos. La UNRWA, una agencia que apoya a los terroristas de Hamas respaldados por Irán, tiene la legitimidad internacional para propagar indefinidamente el conflicto israelo-palestino. Urjo a republicanos y demócratas a confirmar a Stefanik, asegurando que su fuerte compromiso con América y los valores estadounidenses se escuche claramente en la ONU. A las Naciones Unidas les digo: un nuevo sheriff está en la ciudad.
Fuente y créditos: www.foxnews.com
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