El acceso de Elon Musk a los secretos nucleares
Lo que alguna vez fue ridículo ahora es posible. Elon Musk, la persona más rica en la historia del mundo, se ha convertido en el perro de ataque del presidente Donald Trump. Musk y su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) tienen acceso sin precedentes a los datos y al sistema informático del gobierno. A principios de esta semana, esto llegó a incluir sistemas en el Departamento de Energía (DOE), que supervisa las armas nucleares de América. La noticia generó suficiente preocupación como para que el Secretario de Energía, Chris Wright, saliera al aire para negar que Musk y DOGE tengan acceso a secretos atómicos. Es alarmante llegar al punto en que alguien tenga que hacer este tipo de declaraciones, especialmente porque se ha informado que la administración Trump ha mentido previamente sobre los niveles de acceso de DOGE.
La posibilidad de un acceso inusual a sistemas nucleares
La colocación de DOGE en el DOE incluso plantea una posibilidad verdaderamente extraña: que un pseudo-departamento nombrado en honor a un shiba inu pueda obtener acceso real a armas nucleares. Afortunadamente, a pesar del poder en expansión de Musk sobre los sistemas gubernamentales, se necesitaría mucho más que irrumpir en la oficina correcta para lograr esto. Sin embargo, en un momento en que todo tipo de normas gubernamentales están en cambio, vale la pena considerar qué es lo que separa a alguien como Musk de quizás la mayor fuerza destructiva del planeta, y qué otros tipos de riesgos podría plantear su acceso.
La infraestructura de las armas nucleares de EE. UU.
EE. UU. tiene uno de los arsenales nucleares más poderosos del planeta, suficiente poder de fuego para acabar con toda la vida en la Tierra varias veces. El Presidente tiene la única autoridad para lanzar esas armas, pero DOGE se está acercando cada vez más a sus sistemas. Durante una conferencia de prensa el viernes, Trump dijo que había dirigido a Musk y DOGE a abordar el gasto en el Pentágono; obtener acceso a la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA) tampoco podría estar fuera de cuestión. Sin embargo, hay buenas noticias: acceder a cualquier parte del comando y control nuclear desde una computadora aleatoria conectada a la red del DOE es prácticamente imposible. Un empleado del Departamento de Estado, que habló con The Verge con la condición de proteger su anonimato, desestimó la idea.
Riesgos y preocupaciones actuales
Si bien Musk puede estar buscando influir en los sistemas de armas nucleares de una forma más fehaciente, las posibilidades son limitadas. Los sistemas de comando y control que manejan las armas nucleares de América no están conectados a internet y operan en una red cerrada que existe solo para fuerzas nucleares. Son también obsoletos. Algunos equipos en uso han estado en circulación desde los años 60 y 70. El Pentágono está modernizando estos sistemas, pero el progreso es lento. Sin embargo, existe la preocupación de que Musk vea el mantenimiento ambiental rutinario como algo ‘woke’ y decida desestimar estas iniciativas, lo que podría tener consecuencias peligrosas.
Mientras tanto, el Departamento de Energía planea gastar $8.2 mil millones en limpiar los desechos nucleares de la era de la Guerra Fría. Musk y DOGE han demostrado que no les importan los sistemas implementados para mantener seguros a los estadounidenses y proteger datos sensibles, lo cual es alarmante dada la falta de regulación efectiva en el momento actual.
Fuente y créditos: www.theverge.com
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