El fin del servicio nacional de cuidado en Escocia
El gobierno escocés ha abandonado sus planes de crear un Servicio Nacional de Cuidado. Este es un final embarazoso, pero quizás predecible, a años de discursos ambiciosos sobre finalmente encontrar una solución a la crisis de atención social.
Declaración del gobierno y problemas de consenso
En una declaración en Holyrood, el gobierno desechó partes del proyecto de ley que requerirían cambios estructurales importantes en el sistema de cuidado social escocés. La caída del plan no fue necesariamente por falta de dinero o ambición. Además, hubo un acuerdo entre los diferentes partidos sobre lo que había que hacer. El problema fue la frustrante falta de consenso sobre cómo lograrlo.
Costos de planificación y reformas fallidas
También marca el final de un proceso que ha sido costoso. Más de £30 millones ya se han gastado en la planificación de la política durante los últimos tres años. Este proyecto era una de las reformas de servicio público más audaces de los 17 años del SNP en el poder, constituyendo una política clave de la administración de la ex primera ministra Nicola Sturgeon.
En 2021, la Sra. Sturgeon calificó al Servicio Nacional de Cuidado como “la reforma más ambiciosa desde la devolution”. Ahora, el plan está en ruinas, y esto dice mucho sobre lo difícil que es la reforma de la atención social y lo que podría esperar al gobierno de Westminster. El Secretario de Salud, Wes Streeting, ha presentado planes para reformar el sistema de cuidado social con su propia versión de un Servicio Nacional de Cuidado, diseñado para acercarlo al Servicio Nacional de Salud.
Comisión independiente y promesas incumplidas
El Sr. Streeting anunció la formación de una comisión independiente, presidida por la Baronesa Louise Casey, para desarrollar propuestas integrales para organizar y financiar el cuidado social. Sin embargo, el pasado está lleno de promesas incumplidas en lo que respecta a la reforma de la atención social.
Gobiernos sucesivos, desde Tony Blair hasta Boris Johnson, han fracasado en abordar este problema e implementar planes. Esto se debe en parte a los miles de millones de libras que se necesitarían para financiarlo, probablemente recaudados a través de impuestos, pero también ha fracasado porque los partidos políticos no han podido trabajar juntos para hacer de la reforma una realidad. El fracaso del plan escocés no presagia nada bueno para futuras reformas de atención social en el resto del Reino Unido.
Fuente y créditos: news.sky.com
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