El gobierno francés sobrevive a una moción de censura
El gobierno francés bajo el nuevo Primer Ministro Francois Bayrou sobrevivió a una votación de censura el jueves por la noche, después de que los partidos de extrema derecha y centro-izquierda se negaran a respaldar una moción presentada por la extrema izquierda.
La propuesta de reforma de pensiones de Bayrou
El partido de extrema izquierda Francia Insumisa (La France Insoumise o LFI) convocó la votación después de que Bayrou sugiriera reabrir las conversaciones sobre una reforma de pensiones de 2023 destinada a ayudar a reducir los “excesivos” déficits del país en el presupuesto venidero.
Reacciones de la extrema derecha
Jordan Bardella, líder del partido de extrema derecha Reagrupación Nacional (RN), desestimó la idea como “charlas ociosas” de “un hombre de continuidad sin agallas”, pero no llegó a apoyar la moción de censura.
“No creemos que una votación de censura deba ser un gadget para crear ruido”, añadió el legislador del RN, Jean-Philippe Tanguy, mientras que el vicepresidente del RN, Sebastien Chenu, afirmaba que su partido juzgaría al gobierno “no por sus palabras, sino por sus acciones”.
Bajo el riesgo de inestabilidad
Lejos de una mayoría absoluta en una Asamblea Nacional desunida, Bayrou y su gobierno centrista son tan vulnerables a las votaciones de censura como su predecesor, Michel Barnier, cuyo gobierno colapsó en diciembre tras solo tres meses en el cargo.
Sin embargo, la votación del jueves careció del apoyo no solo de la extrema derecha, sino también del Partido Socialista (PS) de centro-izquierda, que se había aliado con la LFI en la segunda ronda de las elecciones parlamentarias del año pasado para derrotar al RN.
Aviso de los socialistas
“No te censuraremos [hoy]”, le dijo el líder del PS, Olivier Faure, a Bayrou durante el debate en la Asamblea Nacional, pero advirtió que su partido podría hacerlo “en cualquier momento”.
Llame al compromiso
Bayrou, el cuarto primer ministro francés en un año, acogió con satisfacción la decisión de los socialistas de no respaldar la votación, diciendo:
“La elección ante nosotros en esta grave situación para nuestro país es entre la confrontación interna permanente y un intento de encontrar el camino del diálogo, la reflexión, el compromiso y la negociación para que podamos avanzar.”
Acusó a la LFI de “elegir la guerra interna” para Francia y de querer “hacer de la confrontación la ley”.
El coordinador nacional de la LFI, Manuel Bompard, le dijo a Bayrou que “los días de su gobierno de infelicidad están contados” e insistió en que “cuando caiga, el monarca lo seguirá” – una referencia sarcástica al presidente Emmanuel Macron.
Macron sumió a la política francesa en el caos el año pasado cuando convocó elecciones parlamentarias anticipadas tras el éxito del RN en las elecciones europeas, pero la votación devolvió una Asamblea Nacional desesperadamente dividida.
Ha reconocido que su decisión ha llevado a “divisiones” e “inestabilidad”.
Las reglas constitucionales francesas significan que no se pueden convocar nuevas elecciones legislativas hasta julio.
Fuente y créditos: www.dw.com
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