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    Conoce al Hacker Vegetal que Crea Flores Nunca Vistas (ni Oídas) Antes

    Meet the Plant Hacker Creating Flowers Never Seen (or Smelled) Before

    Investigación y Educación en Biotecnología

    El dinero que ganó haciendo eso fue suficiente para que Cocioba pudiera completar los primeros años de su carrera en biología en la Universidad de Stony Brook. Durante ese tiempo, formó parte de un grupo de biología vegetal descuidado que le enseñó a experimentar con un presupuesto reducido. “Usábamos palillos y tazas de yogur para hacer placas de Petri y todo eso”, dice. Sin embargo, las dificultades financieras lo obligaron a abandonar. Antes de irse, uno de sus compañeros de laboratorio le entregó un tubo de agrobacterium, un microbio comúnmente utilizado para insertar nuevos atributos en las plantas.

    Transformación de Espacio y Herramientas

    Cocioba transformó un rincón de su pasillo en un laboratorio improvisado. Se dio cuenta de que podía comprar equipos baratos en liquidaciones de laboratorios que cerraban y revenderlos con un margen de beneficio. “Eso me proporcionó un pequeño ingreso”, dice. Más tarde, aprendió a imprimir en 3D piezas relativamente simples de equipo que se venden a precios muy altos. Una caja de luz, utilizada para visualizar ADN, podría ensamblarse con algunos LEDs baratos, un vidrio y un interruptor. “Tengo esta impresora 3D, y ha sido la tecnología más habilitadora para mí”, dice Cocioba.

    Diseño Floral y Genética

    Todo este interés tenía como objetivo principal que Cocioba se convirtiera en diseñador de flores. “Imagínate ser el Willy Wonka de las flores, sin el sexismo, racismo y extraños esclavos”, dice. En Estados Unidos, el trabajo con flores genéticamente modificadas está cubierto por la menor clasificación de bioseguridad, lo que significa que no enfrenta regulaciones onerosas. Realizar edición genética como aficionado en el Reino Unido o la UE sería imposible, según él.

    Cocioba se estableció como un “pipeteador por contrato”, trabajando para startups en la creación de pruebas científicas. En el periodo previo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la bióloga vegetal Elizabeth Hénaff le pidió ayuda con un proyecto: diseñar una flor de gloria matutina con el patrón de cuadros azul y blanco de los Juegos. Resulta que ya existía en la naturaleza una flor de cuadros: el fritilaria de cabeza de serpiente. Cocioba se preguntó si podría importar algunos de los genes de esa planta a una gloria matutina. Desafortunadamente, resultó que la fritilaria de cabeza de serpiente tenía uno de los genomas más grandes del planeta y nunca había sido secuenciado. Con los Juegos Olímpicos a la vista, el proyecto se desmoronó. “Terminó en desilusión, por supuesto, porque no pudimos llevarlo a cabo.”

    Ciencia Abierta y Nuevas Innovaciones

    A medida que Cocioba se adentraba más en el mundo de la biología sintética, comenzó a cambiar ligeramente su enfoque, alejándose de solo crear nuevos tipos de plantas y hacia la apertura de las herramientas de la ciencia. Ahora documenta sus experimentos en un cuaderno en línea que es gratuito para cualquier persona. También empezó a vender algunos de los plásmidos, pequeños círculos de ADN de plantas, que utiliza para transformar flores. “Estamos en la era dorada de la biotecnología, sin duda”, dice. El acceso es mayor, y la comunidad de investigación es más abierta que nunca. Cocioba intenta recrear algo similar al auge del siglo XIX de los criadores de plantas aficionados, donde los científicos entusiastas compartían sus materiales en parte solo por la emoción de crear nuevas variedades. “No tienes que ser un científico profesional para hacer ciencia”, dice Cocioba.

    Junto a este trabajo, Cocioba también es científico de proyectos en la startup californiana Senseory Plants. La empresa quiere diseñar plantas de interior que produzcan aromas únicos, una alternativa biológica a las velas o varitas de incienso. Una idea que está explorando es crear una planta que huela a libros antiguos, transformando olfactivamente una habitación en una biblioteca antigua. La startup está explorando una amplia gama de olores evocadores, dice Cocioba, en parte diseñados en su laboratorio en casa. “Realmente, realmente, amo lo que están haciendo.”

    Fuente y créditos: www.wired.com

    Cats: Science

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