La Indulgencia del Día de Acción de Gracias
Cada año, me prometo a mí mismo que no me voy a comer en un coma alimenticio: comeré de manera responsable, empezaré con ensalada y me iré ligero con el pavo y la salsa. Sin embargo, despierto tres horas después de la cena de Acción de Gracias, extendido como Robinson Crusoe en el suelo de la sala, bajo una pila de juguetes de mis sobrinos. Mi camisa está cubierta de manchas marrones claras, y las huellas de manos grasosas manchan mis jeans. ¿Qué tiene el Día de Acción de Gracias que me envía –y a millones de otros estadounidenses– a la oblivión digestiva? ¿Estamos todos extasiados por el pavo, o hay otra razón por la cual Acción de Gracias es la fiesta de la pereza?
El Mito del Pavo y el Tryptófano
Probablemente has escuchado que la carne de pavo está llena de un químico inductores de sueño llamado triptófano. Y si bien es cierto que esta sustancia juega un papel en enviar tu cerebro al sueño, decir que lo hace por sí sola es como decir que Neil Armstrong saltó a la luna todo por sí mismo. Por un lado, el pavo no está particularmente cargado de triptófano. Onza por onza, un pollo asado, un filete a la parrilla o una costilla de cerdo tienen cantidades comparables. El tofu liofilizado tiene aproximadamente el doble de la cantidad de triptófano que el pavo, y dudo que escuches a tu primo del sur de California quejarse de lo soñoliento que está después de darse un festín con carne falsa.
Los Carbohidratos: Los Verdaderos Culpables
Los carbohidratos son los verdaderos culpables detrás de la somnolencia del Día de Acción de Gracias. Dirige tu mirada pesada hacia los acompañamientos. Puré de papa, salsa de arándano y pastel son ricos en carbohidratos y cargan tu torrente sanguíneo con glucosa, un azúcar. Para regular la cantidad de glucosa que llega a tus músculos, tu cuerpo libera insulina, que recluta a un montón de aminoácidos para ayudar con este trabajo. El triptófano también es un aminoácido, pero no es útil para la regulación de la glucosa. En su lugar, se utiliza principalmente por el cuerpo para producir hormonas que regulan el estado de ánimo.
El Papel del Tryptófano y la Comida en la Somnolencia
Normalmente, el triptófano tiene acceso limitado a tu cerebro, ya que está bloqueado por otros aminoácidos. Sin embargo, cuando son llamados para ayudar a regular la glucosa, el triptófano está libre. En el cerebro, se convierte en serotonina y luego en melatonina, conocida por causar somnolencia. El pavo no es especial. Cualquier alimento con una cantidad moderada de triptófano seguido de aproximadamente 30 gramos de carbohidratos (un plato mediano de espagueti) distraerá al resto de tus aminoácidos el tiempo suficiente para inducir esa sensación de neblina mental. Pero la combinación de triptófano y carbohidratos es solo una parte de la razón detrás de tu sopor. Lo que es más culposo es el hecho de que comes. Tanto. Malditamente. Mucho.
Fuente y créditos: www.wired.com
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