Haz una limpieza rápida en casa
En cuanto tengas un momento, deberías hacer una rápida limpieza de desperdicios en tu hogar. Es algo que probablemente ya haces durante el día, pero dedicar un tiempo a hacer una limpieza más formal es fundamental para cualquier método de limpieza. Incluso si no tienes tiempo para una limpieza profunda después, notarás una mejora inmediata, y podría motivarte a limpiar más tarde.
¿Por qué hacer una limpieza de desperdicios ahora?
Una limpieza de desperdicios, donde recorres tu casa desechando lo que puedes clasificar como basura, puede ser el punto de partida para adoptar una técnica de limpieza como el método “Cinco Cosas”, que te invita a hacer barridos en varias habitaciones recolectando primero la basura, luego la ropa, los platos, las cosas que tienen un lugar y las que no. También es la manera de emplear el método del “calendario”, que consiste en tirar un número determinado de objetos dependiendo del día del mes.
De igual forma, puede ser una manera fácil de hacer una diferencia rápida y notable en tu entorno, incluso si no realizas una sesión de limpieza más extensa después. Esto te proporcionará una sensación de logro, lo que puede motivarte a continuar limpiando. Además, eliminar el desorden te ayudará a sentirte más cómodo de inmediato, ya que tener demasiadas cosas compite por la atención de tu cerebro, haciéndote sentir abrumado o distraído.
Encuentra tu motivación
No importa si tu hogar está desordenado en este momento o si está bien mantenido, hacer una limpieza de desperdicios requiere poco esfuerzo y puede tener un gran impacto. Sin embargo, necesitas encontrar un pequeño impulso de motivación para hacerlo. Personalmente, suelo hacer una limpieza de desperdicios en los momentos más inesperados. Puedo estar relajándome en el sofá y de repente decidir que es el momento de ponerme a trabajar. ¿Termino lanzándome a una limpieza profunda después? A veces sí, a veces no. Simplemente me siento bien aprovechando ese impulso cuando surge.
¿Qué es una limpieza de desperdicios?
Para definirlo claramente, una limpieza de desperdicios es exactamente lo que suena: no te concentras en limpiar u organizar. Simplemente pasas por una habitación recogiendo cualquier cosa que se pueda tirar. Documentos viejos, envases vacíos, objetos rotos y viejos—cualquier cosa que veas que pueda ser desechada, deséchala. Puede parecer obvio al principio, pero te sorprenderá la cantidad de cosas que puedes acumular. ¿Tienes cajas de pizza o de Amazon apiladas junto al basurero que olvidaste sacar? ¿Compraste flores la semana pasada que ya se ven marchitas? ¿Hay frascos de especias en tu mostrador que están llegando al final de su vida útil? Y, por supuesto, la verdadera basura, como tarjetas de cumpleaños que sabes que no volverás a mirar o botellas de agua en la mesita de noche—todo eso también cuenta.
Lo que me ayuda cuando hago una limpieza de desperdicios es adoptar una mentalidad decidida. Elimino la sentimentalidad y evalúo todo lo que veo desde una perspectiva de “sí” o “no”. No, no necesito esas tarjetas de cumpleaños. No, no necesito esas cajas vacías. No, no necesito esos calcetines desparejados que nunca volverán a encontrar a su compañero. Con esta actitud firme y la comprensión de que mi enfoque y felicidad mejorarán en solo 10 minutos, desecho cosas sin piedad. Ahora es tu turno.
Fuente y créditos: lifehacker.com
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