La brecha de salud de género
Si eres hombre, es más probable que sufras una condición de salud que te mate. Pero si eres mujer, es más probable que vivas en mala salud. Las mujeres pasan un 25 por ciento más de sus vidas en mala salud en comparación con los hombres. Esta, en resumen, es la brecha de salud de género.
Experiencias en el sistema de salud
Cuando una mujer entra en un hospital, tiene menos probabilidades que un hombre de que se evalúen sus niveles de dolor, y si se le trata por dolor, en promedio esperará más tiempo que un hombre para recibir cualquier tratamiento. Si tiene una condición que solo afecta a las mujeres, puede que no encuentre tratamientos satisfactorios. Cuando se le administran medicamentos, estos pueden no funcionar tan bien como se esperaba o venir con efectos secundarios, ya que es probable que se hayan probado predominantemente en hombres. Incluso si tiene una condición que afecta a ambos sexos, las investigaciones sugieren que será diagnosticada más tarde en la vida que un hombre.
Fallas en el sistema de salud
Estas no son las consecuencias de un solo problema, sino el producto de múltiples fallos dentro de la sociedad en general y del sector salud específicamente. Existe sexismo en los sistemas de salud, donde los síntomas de las mujeres a menudo son desestimados y mal diagnosticados. Ensayos clínicos mal diseñados que presentan predominantemente hombres. Financiamiento de investigación sesgado, que rara vez se destina a condiciones que afectan exclusivamente a las mujeres, o a descubrir cómo las mujeres se ven específicamente afectadas por ciertas enfermedades. Y escuelas de medicina que no enseñan lo suficiente sobre la salud de las mujeres.
Oportunidad económica y el futuro de la salud femenina
Un reciente informe del McKinsey Health Institute describe la brecha de salud de género como una “oportunidad de $1 billón para mejorar vidas y economías”, tal es la magnitud del desequilibrio en la atención de salud de las mujeres a nivel mundial. Según el BMJ, cerrar esta brecha en el Reino Unido podría ofrecer un impulso de £39 mil millones ($51 mil millones) a la economía británica. Esto salvaría vidas y aumentaría el bienestar de millones de personas, tanto mujeres como hombres.
Casi dos años después de la publicación de la primera Estrategia de Salud de las Mujeres del Reino Unido, un plan de 10 años para mejorar la salud de las mujeres en todas partes, el Departamento de Salud del Reino Unido anunció el lunes que planea ofrecer “pasaportes para pacientes”, registros digitales de datos de salud que pueden ser accesibles por diferentes proveedores de atención médica. La esperanza es que este movimiento agilice la atención al paciente y minimice errores. A la luz de esto, WIRED ha reunido expertos de diversas disciplinas de salud para que compartan su opinión sobre los cambios que podrían alterar de manera rápida y asequible el rumbo de la salud de las mujeres.
Programas de detección temprana para el SOP
Karen Joash, especialista en obstetricia y ginecología: El síndrome de ovario poliquístico, o SOP, es un trastorno endocrino que afecta aproximadamente al 10 por ciento de las mujeres en edad reproductiva a nivel mundial. A pesar de que la condición es común, el diagnóstico tardío del SOP es un problema significativo, que resulta en numerosas consecuencias a largo plazo para la salud. Abordar esta demora debería ser una prioridad gubernamental debido al impacto sustancial que tiene en la salud pública.
La falta de educación en salud es un factor crítico que contribuye al diagnóstico tardío: las mujeres a menudo no son conscientes de los síntomas, como ciclos menstruales irregulares, exceso de vello en partes del cuerpo donde normalmente hay poco vello, y acné. El SOP no tratado puede llevar a graves efectos a largo plazo, incluyendo enfermedades cardiovasculares, infertilidad y un metabolismo de glucosa comprometido, lo que reduce significativamente la calidad de vida y aumenta los costos de atención médica.
Fuente y créditos: www.wired.com
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