La elección de JD Vance, un crítico acérrimo de la ayuda de EE. UU. a Ucrania y del financiamiento de la seguridad europea por parte de los contribuyentes estadounidenses, como compañero de fórmula de Donald Trump, señala un “cambio muy significativo” en la política exterior de EE. UU. en caso de que ganen las elecciones, dicen expertos en defensa.
El senador republicano de 39 años, exmarino y político relativamente novato, bien podría ser el próximo vicepresidente de EE. UU. en enero.
Esto significa que sus opiniones sobre asuntos exteriores, expresadas en múltiples entrevistas, artículos y discursos, están siendo estudiadas con una nueva intensidad.
Revelan -en línea con su jefe- un fuerte impulso para poner a América primero, incluso a expensas de viejas alianzas, como el lazo transatlántico de la OTAN, así como la lucha de Occidente contra la invasión a gran escala de Rusia en Ucrania.
En cambio, el enfoque prioritario se centra en la amenaza que representa China y en contrarrestar a Irán.
Un ex alto funcionario de defensa británico predijo que una Casa Blanca Trump-Vance llevaría a la “terminación inmediata de toda ayuda financiera y militar para Ucrania”.
Una segunda fuente de defensa no estaba tan segura, ¿se preguntaba si realmente van a “estrangular a Ucrania” durante su mandato?
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