La realidad tras las escenas de Strictly Come Dancing
Oscar se unió al equipo de Strictly cuando tenía 18 años, esperando que fuese cálido y acogedor, como había visto en la televisión. Pero la realidad fue muy diferente. Como asistente en el programa, dice que fue gritoneado y llamado estúpido. En una ocasión, una celebridad se le acercó tanto que pudo sentir la saliva. “Toda la cultura era tóxica, particularmente para el personal junior,” dijo.
Cultura laboral tóxica según testimonios del personal
La reciente polémica en torno a Strictly se ha centrado en las celebridades y sus socios de baile profesionales, mientras que el personal de producción ha sido olvidado en el debate. BBC News ha hablado con 15 miembros actuales y anteriores del personal sobre la cultura detrás de las escenas. Todos querían permanecer en el anonimato por miedo a repercusiones profesionales. Algunos contaron historias positivas de bailarines y personal que fueron amables y respetuosos, pero otros describieron un entorno laboral donde se acosaba a los trabajadores y los empleados junior eran gritados por bailarines profesionales.
Las condiciones estresantes del mundo del espectáculo
La actriz Amanda Abbington se retiró de Strictly Come Dancing en octubre tras expresar sus preocupaciones sobre el ambiente de trabajo. Ella reveló que había planteado inquietudes a los productores en su tercer día de ensayos. Los testimonios del personal de producción indican que podría haber un problema más amplio con la cultura laboral. Varios han expresado que no se sentían empoderados para presentar quejas. Oscar nunca se quejó porque sentía que no sería escuchado.
La necesidad de un cambio en la cultura del espectáculo
Con el paso de los años, Strictly se ha visto como una de las joyas del entretenimiento en la BBC. Sin embargo, la imagen del programa se ha visto ensombrecida por las acusaciones de maltrato. La BBC ha dicho que “lamenta” si alguno no se sintió capaz de hablar sobre su experiencia durante el rodaje, resaltando su compromiso con el bienestar de su equipo. “No creo que el maltrato en la televisión deba seguir ocurriendo,” afirmó Anika, mientras que el director general de la BBC, Tim Davie, insistió en la necesidad de cambios.
Fuente y créditos: www.bbc.com
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