La Guerra Comercial de Trump y los Tarifas Recíprocos
Tomando en cuenta la situación, el apoyo de Donald Trump a los aranceles recíprocos se presenta como una declaración de guerra comercial total, que podría representar el mayor impacto en tiempos de paz en el comercio global. Al prometer imponer impuestos de importación a cualquier nación que imponga aranceles o IVA a las exportaciones estadounidenses, está cumpliendo una promesa de campaña para abordar un déficit comercial cercano al billón de dólares – la diferencia entre el valor de las exportaciones e importaciones de América – que él considera como un impuesto sobre los empleos estadounidenses. En respuesta, desea implementar aranceles como un “servicio de ingresos externo”, aliviando simultáneamente el déficit de Estados Unidos y, según la teoría, eliminando las importaciones en favor de la producción nacional.
Impacto en los Principales Socios Comerciales
Sus principales objetivos parecen ser los principales socios comerciales con los que tiene el mayor déficit comercial: México y Canadá, la Unión Europea (cuyo arancel del 10% sobre los automóviles estadounidenses es una irritación particular), así como las naciones del ‘BRICS’ – Brasil, Rusia, India (que impone aranceles del 9% a las importaciones de EE.UU.), China y Sudáfrica. Lo que significa para el Reino Unido no será seguro hasta que se revelen los detalles en abril, pero representa un golpe a la creciente opinión en Whitehall de que Gran Bretaña podría salir de este caos relativamente ilesa. Para empezar, EE.UU. mantiene un superávit comercial con el Reino Unido – en una curiosidad estadística, el Reino Unido también piensa que tiene un superávit – y el Brexit lo ha colocado fuera del bloque de la UE, con la capacidad, al menos en teoría, de ser más ágil.
Las Tarifas y su Efecto en los Precios
El Reino Unido también impone aranceles directos a muy pocos productos estadounidenses, después de un acuerdo en 2021 mediado por la entonces secretaria de comercio Liz Truss, que eliminó los aranceles sobre el denim y las motocicletas dirigidas a Gran Bretaña, y el cachemira y el whisky escocés que se dirigen en la otra dirección. Sin embargo, sí añadimos IVA a las importaciones, y la amenaza del Sr. Trump de tratar el impuesto sobre las ventas como un arancel por otro nombre podría desalentar a los exportadores británicos.
Consecuencias Económicas en EE.UU.
Los analistas han estimado que los aranceles podrían aumentar el costo de las exportaciones en un 21%, representando un golpe de £24 mil millones a los ingresos nacionales. Los productos farmacéuticos, automóviles, productos químicos, instrumentos científicos y la industria aeroespacial – los principales componentes de nuestro comercio exportador estadounidense de £182 mil millones – podrían verse afectados. Pero el dolor definitivamente se compartirá. Los aranceles son pagados por el importador, no por el exportador, y hasta el Sr. Trump acepta que tendrán un efecto inflacionario. Los precios en aumento en las calles podrían ser el mayor freno al plan de aranceles del presidente.
Fuente y créditos: news.sky.com
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