El Ejército se niega a cumplir la ley para devolver los restos de los niños nativos.

The Army Refuses To Follow Law To Return Native Boys' Remains

El Viaje de los Jóvenes Nativos a Carlisle

CARLISLE, Pa. — El 7 de septiembre de 1895, un grupo de 11 niños y jóvenes de las tribus Winnebago, Omaha y Cheyenne llegó a la ciudad de Carlisle, Pennsylvania. Fueron enviados en su viaje de 1,200 millas por el Capitán W.H. Beck, un agente indígena que supervisaba las tribus Winnebago y Omaha en un momento en que el gobierno federal estaba despojando tierras de reserva. John Grant, de 12 años, fue el más joven del grupo; John Clay, de 26 años, fue el mayor. Tres de ellos eran huérfanos. El grupo siguió probablemente Garrison Road, utilizando la misma ruta que se usaba para proporcionar carbón a la Carlisle Indian Industrial School. Los administradores planearon inscribir a los 11 jóvenes en el internado por cinco años. Dos de ellos nunca se fueron. Hoy, las tumbas de Edward Hensley y Samuel Gilbert yacen a pocos pies de distancia en un cementerio en el extremo oriental de lo que hoy sirve como el U.S. Army War College y Carlisle Barracks.

El Demandante y el Proceso Legal

La Tribu Winnebago quiere recuperar a sus niños. La Oficina de Cementerios del Ejército de EE. UU. quiere enviarlos. Pero el conflicto sobre cómo hacerlo ha abierto una batalla legal con amplias implicaciones para los derechos y la soberanía tribal, mientras el gobierno federal lucha con sus propios esfuerzos por reparar las injusticias de una política de internados que buscaba extinguir las culturas indígenas. Una ley federal significativa, conocida como la Ley de Protección y Devolución de Restos de Indígenas Americanos (NAGPRA), exige que las agencias gubernamentales, universidades y museos identifiquen artefactos culturales y restos humanos que poseen y los devuelvan a sus tribus afiliadas. Esta ley se ha convertido en una herramienta poderosa para las tribus que buscan recuperar objetos sagrados y restos ancestrales, aunque en la práctica muchas luchan con sus limitaciones.

Los Retos de NAGPRA y el Caso de Hensley y Gilbert

NAGPRA no se aplica a individuos privados, quienes siguen comerciando artefactos saqueados, incluidos cráneos humanos, en subastas de arte. Aproximadamente 110,000 restos humanos nativos siguen en posesión de agencias gubernamentales, museos y universidades desde la llegada de la colonización hasta el siglo XX. Durante las últimas dos décadas, varias tribus han invocado NAGPRA para obligar a la Oficina de Cementerios del Ejército a devolver los restos de miembros tribales que murieron en la Carlisle Indian Industrial School, pero el Ejército ha insistido durante casi dos décadas que la ley no se aplica a ese cementerio. El resultado es que una importante ley federal, creada específicamente para forzar a las agencias a devolver restos humanos nativos, ahora no juega ningún papel en la repatriación de una de las colecciones más evidentes de esos restos, cuyos la mayoría están marcados con lápidas que identifican a los muertos por nombre y afiliación tribal.

Los Esfuerzos de Repatriación del Ejército y el Caso Judicial Actual

La Tribu Winnebago demandó a la Oficina de Cementerios del Ejército en enero de 2024, comenzando un caso que podría resolver definitivamente si NAGPRA se aplica a las tumbas de los internados en terrenos federales. “No hubo consentimiento para que los chicos fueran enterrados allí sin que se practicaran las costumbres o tradiciones Winnebago”, dijo Beth Wright, abogada del Native American Rights Fund que representa a la tribu. La batalla legal, que se alinea con un reconocimiento más amplio del gobierno sobre las políticas de internado, es parte de un esfuerzo más grande para reexaminar un capítulo oscuro de la historia estadounidense y hacer reparaciones a las comunidades indígenas.

Fuente y créditos: www.huffpost.com

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