El auge del hidrógeno como solución ambiental
Esta historia apareció originalmente en WIRED Italia y ha sido traducida del italiano. En la búsqueda por descarbonizar el mundo, un elemento recibe mucha atención: el hidrógeno. “Si lo quemas, produce solo agua, sin impacto en el medio ambiente”, explica Alberto Vitale Brovarone, profesor en el Departamento de Ciencias Biológicas, Geológicas y Ambientales de la Universidad de Bolonia en Italia. Los partidarios del hidrógeno creen que puede ser una solución para limpiar desde el transporte hasta la agricultura y la industria pesada. Pero sus credenciales ecológicas solo tienen sentido si se puede producir sin emitir carbono.
El hidrógeno geológico y su potencial
Por eso, algunos están muy entusiasmados con el hidrógeno geológico o “oro”, término utilizado para describir el hidrógeno cuando se forma de manera natural en el subsuelo. Esto puede suceder como resultado de una reacción química entre agua y rocas ricas en hierro, o por radiólisis, la división de las moléculas de agua por radiación en hidrógeno y oxígeno. “Comparado con otros tipos de hidrógeno, no requiere energía para ser producido”, dice Vitale Brovarone. Por lo tanto, predice que se avecina una fiebre del hidrógeno dorado. El problema es que sabemos muy poco sobre el elemento cuando se forma naturalmente en el subsuelo, y el mundo de la investigación está en una carrera contra el tiempo para descubrir más antes de que comience una extracción masiva precipitada y a ciegas.
Investigación en Groenlandia
Vitale Brovarone y sus colegas creen que Groenlandia puede ayudar a responder estas preguntas, y por ello organizaron una misión especial al territorio ártico para buscar más información, como parte del programa de cinco años ERC CoG DeepSeep financiado por la Unión Europea. Junto a Vitale Brovarone estaban cuatro científicos de la Universidad de Bolonia, uno del Instituto de Geociencias y Georesources del Centro Nacional de Investigación de Italia, y uno de la Universidad de Copenhague. Pasaron 10 días en esta tierra de rocas de casi 2 mil millones de años, habiendo preparado su misión durante seis meses utilizando mapas y datos satelitales. A pesar de su meticulosa planificación, tuvieron que ser adaptables. Debido a “icebergs imprevistos”, los investigadores tuvieron que cambiar de área, mientras que en un momento, una osa avistada en su proximidad los obligó a buscar refugio en una escuela. Pero al final, el viaje valió la pena: les proporcionó muestras ricas en H2 para estudiar.
Desafíos y preocupaciones en la extracción del hidrógeno
En todo el mundo, el hidrógeno dorado está apareciendo donde no lo esperábamos, generando preguntas sobre las dinámicas mediante las cuales el elemento se acumula en los reservorios y el papel que juega en los ecosistemas subterráneos. Ya hay algunas preocupaciones: si el hidrógeno reacciona con sustratos geológicos o es procesado por determinados microorganismos, el hidrógeno geológico puede producir metano o sulfuro de hidrógeno. Vitale Brovarone utiliza estos dos ejemplos para explicar por qué lanzarse de cabeza a la extracción de hidrógeno dorado arriesga crear nuevos problemas en lugar de resolver los existentes, y por qué se necesita más información.
Como no sabemos completamente qué ha estado regulando la presencia de rocas de H2 durante millones o miles de millones de años, es mejor esperar antes de romperlas al extraer el elemento, dice Vitale Brovarone. Lo mismo se aplica a almacenar hidrógeno producido artificialmente en reservas subterráneas. La idea de poder hacerlo ya ha emocionado a la industria, lo que les ha llevado a moverse en un plazo que no es compatible con lo que el mundo de la investigación necesita para entender cómo se comporta el gas. “Viajamos por líneas diferentes y a diferentes ritmos”, explica. “Necesitamos entender cómo se comporta el hidrógeno en la naturaleza, porque muchas dinámicas solo emergen después de años. A la industria le gustaría respuestas rápidas y decisivas; la ciencia necesita tiempo, y también fondos, que, para el hidrógeno, aún son escasos.” A diferencia de Francia, Australia y Estados Unidos, que han fijado su mirada en la recolección de hidrógeno dorado, Italia aún no ha invertido en su recopilación, prefiriendo apostar en cambio por la producción de hidrógeno. Sin embargo, gracias en parte a la expedición de la Universidad de Bolonia, Italia se convierte en uno de los pocos países en el mundo que busca entender más sobre el hidrógeno geológico.
Fuente y créditos: www.wired.com
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