Antes de ver Twisters, me preguntaba qué merecía una secuela del exitazo de 1996 Twister. Seguramente tiene que haber algo más que los récords de taquilla aplastados por ese vehículo de Helen Hunt y Bill Paxton, que dejó fascinados a los espectadores con un elenco convincente y efectos visuales innovadores, incluyendo una icónica vaca voladora. ¿Quizás un nuevo enfoque en la historia? ¿Un abrazo fresco sobre lo que significan los desastres naturales en nuestra actual crisis climática? ¿O un giro interesante alrededor de los tornados con visuales impactantes?
No.
Aunque Twisters cuenta con el aclamado director Minari Lee Isaac Chung, las estrellas en ascenso Glen Powell, Daisy Edgar-Jones y Anthony Ramos, y un gran presupuesto que supera al de su predecesor, esta película de desastres es un viaje tambaleante que deja decepción a su paso.
¿Es Twisters una secuela de Twister?
Crédito: Universal Pictures, Warner Bros. Pictures y Amblin Entertainment
Sí, técnicamente. ¿Tienen estos dos filmes algún personaje en común? No. ¿Este nuevo reconoce la trama del éxito de 1996? Solo de manera superficial.
¿Recuerdan el dispositivo de investigación que la Dra. Jo Harding (Hunt) y Bill Harding (Paxton) intentaban enviar a un tornado para mejorar los sistemas de alerta meteorológica? Se llamaba Dorothy, y ese dispositivo —inspirado en el TOtable Tornado Observatory (TOTO) de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica— aparece aquí, acompañado de nueva tecnología similarmente nombrada en honor a El Mago de Oz. De lo contrario, el guion de Mark L. Smith (The Boys in the Boat) se roba tan descaradamente de la trama de la película anterior que le debe a sus guionistas, Anne-Marie Martin y Michael Crichton, una tarjeta de agradecimiento, si no regalías.
¿Recuerdan cómo Twister comenzó con la trágica historia de origen de su cazatormentas femenina, en la que un tornado F5 arrancó a su padre granjero directamente de su refugio? Bueno, Twisters toma esa trama y aplica las reglas asesinas de Scream: más grande, más mortífero, más muertes.
La científica del clima Kate Cooper (la actriz británica Daisy Edgar-Jones con un acento americano sureño muy dudoso) está probando su propia tecnología experimental con un grupo de amigos coloridos, todos con la esperanza de “dominar el tornado”. Pero justo cuando nos adentramos en la historia de este animado grupo, todos son absorbidos por la trama, dejando atrás a una heroína insípida y a su amigo ceñudo Javi (Hamilton‘s Anthony Ramos en un papel ingrato).
Fuente y créditos: mashable.com
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